Automóviles Antiguos, ¿restaurarlos, electrificarlos o reeditarlos?
La problemática medioambiental ha puesto en tela de juicio la utilización de automóviles con tecnologías obsoletas, condena que recae incluso en los más hermosos ejemplares de antaño. Las restricciones a la circulación han favorecido el surgimiento de ediciones “reborn”, y también de modificaciones extremas, que proponen electrificar algunos vehículos históricos, práctica que no es bienvenida en la comunidad purista.
Antonio Salazar
Hace algunos días, la Federación Internacional de Vehículos Ancianos (FIVA) expresó su opinión con respecto a un delicado asunto: la electrificación de los automóviles antiguos. La entidad fue muy clara al respecto, y determinó que si un ejemplar de época recibe estas modificaciones ya no será considerado como un vehículo de valor histórico, por lo que se instó a quienes hayan optado por llevar a cabo estas alternaciones, a conservar todas las partes y piezas para poder regresar ese modelo a su estado original, en caso de querer hacerlo en algún momento.

La pregunta es ¿cómo puede un automóvil antiguo respetar las actuales normas medioambientales?… por desgracia eso no es posible, y por esta razón es que existen organizaciones que otorgan permisos y homologaciones especiales a los ejemplares históricos, los cuales por supuesto no son libres de circular todos los días. La “patente de clásico”, por llamarla así, no se le concede a cualquier automóvil antiguo, sino que a aquellos que cumplen ciertas reglas en las áreas de originalidad y presentación.
Este último tiempo se ha detectado una fuerte tendencia, que es reemplazar la mecánica original de un vehículo histórico por un sistema de propulsión eléctrico, una práctica que si bien permite la libre circulación y que no afecta el exterior del automóvil modificado, distorsiona la idea básica del coleccionismo, porque en estricto rigor la unidad modificada deja de ser antigua.

Lo más grave de todo es que la electrificación se está realizando sobre ejemplares originales e incluso conservados, destruyendo valioso material en lugar de recrear modelos antiguos para dotarlos de componentes modernos. Muy criticado fue lo que hizo Jaguar, destruir un hermoso E-Type original para crear una variante eléctrica, el Type E Zero… ¿no hubiese sido mejor construirlo desde la base utilizando matrices en lugar de arruinar un ejemplar históricamente tan valioso?
Existe el conocimiento, la información y la tecnología necesaria para recrear carrocerías de modelos históricos, por lo que creo que este camino debería tomar el usuario que desea disfrutar de la belleza de un modelo clásico sin afectar el medioambiente; imagínense, un elegante Rover P4 o un deportivo Austin-Healey rodando por las calles produciendo cero emisiones, y sin que en su realización se hayan destruido piezas originales.
Ejemplares “Renacidos”
El término “reborn” se refiere a la recreación de un automóvil antiguo en tiempo presente, tal y como era en sus años de producción, incluyendo la mecánica aunque con las debidas modificaciones para hacerlo más confiable y seguro; no se refiere a la restauración de un modelo antiguo encontrado en un granero. Por ejemplo, cuando fue presentado en 1963, del icónico Aston Martin DB5 se decía que era pésimo en las curvas, falencia que en las pocas unidades que la firma británica ofrece en la actualidad ya fue resuelta.

Varios fabricantes europeos están ofreciendo modelos “reborn”, en serie limitada por supuesto, decisión que aplaudimos porque con eso se reconstruye la historia y se asegura que un determinado modelo no se transforme en una especie de Santo Grial reservado para unos pocos espectadores.
Con respecto a las restauraciones, existen dos modalidades, defendibles por cada quien. En este ámbito la FIVA también es clara, ya que la restauración debe realizarse con el mayor número de componentes originales y sin alterar el aspecto que ese ejemplar tenía en sus años mozos. En cambio un “restomod”, es una forma de regresar a las calles un modelo histórico pero dotándolo de componentes modernos, desde el motor hasta los asientos… mucho de esto se puede ver en la muestra SEMA Show de Las Vegas.

Apelando a mi sentido purista, el llamado es a realizar restauraciones que conserven el valor histórico y patrimonial de los automóviles antiguos, sin alterarlos de ningún modo. Electrificarlos no es una buena práctica, tampoco transformarlos en extravagantes “restomod”, y con respecto a los “reborn” solo puedo decir que me parece una excelente estrategia de las marcas, porque además de ayudar a la gestión marketing favorece el conocimiento y acerca la historia y evolución del automóvil a las nuevas generaciones.