Chevrolet Silverado, un gigante que no para de crecer.
La firma estadounidense presentó el resfresh de mitad de vida aplicado a uno de sus productos más exitosos… la pickup Silverado. A las novedades en el ámbito del diseño se suman avances en la lista de equipamiento; además se agrega la variante ZR2.
Por Leonardo Pacheco
La relación que Chevrolet tiene con las camionetas viene desde hace más de 100 años, cuando en 1918 la casa del corbatín dorado presentó su primera pickup… la One-Ton (1 tonelada); la idea fue tomada de los vehículos utilizados en la misma fábrica. En lugar de una caja la One-Ton ofrecía una base plana, la que servía para ubicar todo tipo de accesorios.

Regresando al presente, esta generación de Silverado fue presentada hace un par de años por lo que ya era tiempo que se le realizaran algunos ajustes estéticos. Y vaya que se lo tomaron en serio, porque en el look exterior se advierte una proa equipada con una enorme mascarilla, componente que se complementa muy bien con unos faros DRL de ledes, los que a su vez están protegidos por unos “corchetes”.
Para los tres niveles de equipamiento anunciados se ofrecen diferencias en su estética, grados de equipamiento que se reconocen mediante los apellidos High Country –en reemplazo de LTZ-, TrailBoss y ZR2; este último nivel debuta en este facelift.

Siguiendo con lo anterior, el frontal de la unidad High Country se presenta con una mascarilla dominada por unas barras cromadas que le imprimen elegancia, mientras que los estribos laterales son eléctricos y se ajustan en tres alturas; está claro que High Country apunta a un público más exigente en términos de elegancia y confort.
Por su parte TrailBoss exhibe un estilo juvenil y de cierta manera rebelde, con una mascarilla black piano brillante, misma tonalidad que se aprecia en el capó y con unos ganchos rojos que se asoman por el robusto parachoques; las llantas son específicas (18”)… al igual que los neumáticos.

En el caso de ZR2, el grado más extremo de esta renovada Silverado, destaca el parachoques frontal recortado, para elevar sus capacidades off road, sobre todo el ángulo de ataque, siguiendo con unas pisaderas agujereadas y con una tapa protectora de aluminio en la zona baja del vano frontal; en esta versión el clásico corbatín “bowtie” está perforado sobre la mascarilla.
El equipamiento básico, por llamarlo de algún modo porque la dotación de Silverado se mueve en un rango de alta gama, considera los siguientes dispositivos: clúster personalizable de 12,3”, pantalla táctil de 13,4” compatible con Apple CarPlay y Android Auto, cámara con visión en 360°, encendido remoto de motor y climatizador dual, entre otros ítems. En seguridad se anuncian seis airbags, frenos ABS, ESP, control de frenados para tráiler, control de tracción y paquete ADAS.

En el ámbito técnico cada apellido viene con su propia motorización, lo que por supuesto ayuda a definir de mejor manera al tipo de público que apunta. El nivel TrailBoss cuenta con los servicios de un motor gasolinero V8 de 5,3 litros que produce 355 CV y 518 Nm de torque, unido a una transmisión automática de diez velocidades.
En la variante High Country se ofrece un bloque turbodiésel Duramax de 3,0 litros del que brotan 277 CV y 619 Nm de torque, y en este caso lo acompaña una caja automática de diez velocidades. El nivel ZR2 es quizás el que posee las mejores credenciales, puesto que lo impulsa un motor V8 gasolinero de 6,2 litros del que se obtienen 420 CV y 624 Nm de par máximo; la transmisión es la misma que en las unidades ya descritas, y es importante recalcar que este motor V8 es el mismo que utilizan el Corvette y Camaro.

Los precios son los siguientes: TrailBoss desde $43.390.000, ZR2 desde $50.490.000 y High Country desde $51.690.000 (+IVA). Esta camioneta pertenece al segmento E, el de las Full Size, y no es precisamente el grupo que acapara el mayor número de ventas en nuestro país… aportando no más de un 3,6% de participación.