Citroën C3 Aircross, cinco razones para elegirlo
Desde hace tiempo que este constructor galo recorre la senda de los diseños rupturistas y las tecnologías innovadoras, y en esta propuesta nos confirma que no tiene intenciones de abandonar ese camino. El C3 Aircross tiene todo lo necesario para cautivar a los amantes de la modernidad y también a los usuarios que gustan del manejo sensitivo.
Por Leonardo Pacheco
Al C3 Aircross podemos catalogarlo como un SUV mediano, del segmento B, considerando que mide 4.154 mm de largo. Comparte plataforma con el Peugeot 2008 y con el Opel Crossland, marcas que pertenecen a su mismo grupo automotriz.
Y pese a los citados lazos familiares con Peugeot y Opel este Citroën se desmarca totalmente de sus parientes, porque desde sus orígenes a este fabricante le ha gustado recorrer su propio camino en asuntos estéticos y romper con todos los paradigmas conocidos en la industria, una estrategia que le ha servido bien en sus más de cien años de historia.
El C3 Aircross se adecúa al uso familiar, aunque no por eso se aparta de los propósitos más lúdicos o recreacionales, como las actividades al aire libre o los viajes turísticos. En este sentido es importante resaltar que el compartimiento de carga admite desde 410 hasta 1.289 litros, y que en el caso de la planta motriz BlueHDi de 1.500 cc se ofrece un rendimiento mixto de 21,5 km/l; es un excelente compañero de viajes.
Este ejemplar está disponible en seis versiones, con precios que comienzan en $14.990.000, una gama en la que se pueden hallar opciones equipadas con el ya citada motor BlueHDi de 1.5 litros (99 CV) y además con un eficiente bloque gasolinero PureTech de 1.2 litros que produce 110 caballos; también se puede elegir una transmisión mecánica o una automática, ambas de seis velocidades.
Revisemos entonces las cinco principales razones que convierten al Citroën C3 Aircross en una de las más interesantes alternativas de compra en su segmento, aunque en estricto rigor este automóvil no es tan fácil de encasillar… por los motivos que saltan a la vista.
1) Es un automóvil muy bien construido
La calidad de este Citroën no tiene bemoles ni debilidades, porque toda la experiencia de esta marca se ha volcado en él. Es un producto cinco estrellas en seguridad, la carga tecnológica es abundante, la mecánica es confiable y en su construcción se han empleado los mejores aceros y polímeros, pero sin transferir ese costo al comprador.
La calidad también se percibe en el manejo, mediante la ausencia de ruidos o vibraciones, ventaja que se mantiene a través del tiempo y sin que importe mucho la cantidad de kilómetros anunciados en el odómetro.
2) Es apto para diversos usos
El C3 Aircross mide 4.154 mm de largo, 1.824 mm de ancho, 1.597 mm de alto y cuenta una distancia entre ejes de 2.604 mm. Su tamaño lo convierte en una alternativa ideal para las familias en formación, asentadas en los centros urbanos, aunque también sus cualidades mecánicas le permiten responder a otras necesidades… como la recreación.
Este Citroën se mueve bien por rutas agrestes, siempre tomando en cuenta que está equipado con tracción delantera, y su gran espacio interior junto a la posibilidad de dotarlo de barras en el techo lo convierten en un excelente compañero de los campistas o deportistas outdoor.
3) Sus dos motorizaciones son muy eficientes
En la gama se anuncian dos plantas motrices, un turbodiésel BlueHDi de 1.5 litros que produce 99 CV y 250 Nm de torque, y en la que se confirma un rendimiento mixto de 21,5 km/l. El segundo motor es un turbo gasolinero PureTech de 1.2 litros del que brotan 110 CV y 205 Nm de par, con el cual se obtiene un rendimiento mixto de 16,8 km/l.
Son motores de última generación, provistos de los más recientes avances en materia de aprovechamiento energético del combustible. Pero además son amigables con el medio ambiente, porque la generación de CO2 es de 123 g/km en el diésel y de 141 g/km en el gasolinero. Y todo esto sin renunciar a un buen performance, testimoniado por cronos de 10,8 y 10,6 segundos en la medición de 0 a 100 km/h, en las unidades BlueHDi y PureTech, respectivamente.
4) No escatima recursos en el ámbito de la seguridad
En todos los modelos producidos por Citroën la seguridad es un asunto prioritario, pero refiriéndonos al C3 Aircross podemos decir que su propuesta no solo supera las más ambiciosas expectativas, sino que además dicta las pautas a seguir en su segmento.
De serie incluye -en todas las versiones- control de estabilidad, frenos ABS+AFU, seis airbags, asistencia de salidas en pendiente, indicador de descanso, faros antiniebla, luces diurnas de ledes y sensores traseros, solo por nombrar algunos aditamentos. Y en lo que respecta a las pruebas realizadas por la EuroNCAP, este modelo las superó con la nota máxima… cinco estrellas.
5) Su desempeño se destaca en todos los escenarios
Este ejemplar ofrece un manejo muy refinado, un tacto perfecto al volante y reacciones ideales tanto en la ciudad como en la carretera. El motor PureTech es ágil y eficiente en las aceleraciones, en tanto que la unidad BlueHDi goza de una consistente entrega de torque y de una fuerza que se mantiene constante incluso en los caminos con pendiente positiva.
La suspensión es suave y aplomada, la dirección precisa y los frenos poseen la mordiente necesaria para infundirnos máxima confianza. En términos generales es una plataforma perfecta, en todas sus formas, y ese logro tecnológico se refleja en todos los aspectos involucrados en la conducción.
