Hyundai Palisade, en la cúspide del refinamiento.
La firma surcoreana estrena la segunda generación de su “buque insignia”, un portentoso SUV que ofrece un nivel de equipamiento superlativo, y que agrega un tren motriz híbrido autorrecargable.
Por Leonardo Pacheco
Hyundai ha renovado una gran parte de su gama de productos, equipándola debidamente para que cada uno de esos ejemplares sea capaz de competir de buena forma en los ámbitos del confort y la seguridad. Y ahora es el turno del Palisade, el modelo más aspiracional de su line up, un SUV que ha mejorado en todos los aspectos, siendo el tema del diseño exterior lo primero que impresiona.
La plataforma mide 5.060 mm de largo, 65 mm más que la generación saliente, mientras que la distancia entre ejes alcanza los 2.970 mm, cifra que representa un incremento de 70 mm. Las citadas cotas indican que se trata de un SUV de gran tamaño, homologado para recibir tres corridas de asientos en el habitáculo, con una generosa oferta de espacio entre cada una de esas plazas.
En la proa el componente más llamativo es el conjunto de iluminación, un bloque de ledes ubicado de manera vertical y que le brinda un elegante marco a una mascarilla equipada con grandes trazos horizontales. El estilo geométrico en algo nos recuerda al Santa Fe, aunque a nivel de detalles esa aparente similitud comienza a esfumarse.
Por los flancos nos llama la atención ese pilar C recostado, cuyo tono metalizado lo hace fundirse con las barras del techo, mientras que en los arcos de ruedas podemos apreciar unas llantas de 20 o 21” según la versión aludida. Las manillas son de diseño clásico, nada de batientes o a ras de carrocería, una buena noticia para los fanáticos de lo tradicional.
La zaga también es impresionante, sector que incluye un parachoques robusto y unas luces que replican el formato del frontal, sin dejar en el tintero que en este renovado SUV se lee el nombre del modelo en la superficie del portalón; un dato interesante es que con las tres filas en uso… se anuncia una capacidad de 300 litros en el maletero.
En el habitáculo el despliegue de lujo y sofisticación es impactante, tanto así que, jugando al “adivine qué auto es”, sería fácil que los observadores menos versados confundan este habitáculo con el de un ejemplar premium de otro fabricante; el Palisade está orientado al mercado estadounidense… así que lo anterior tiene mucha lógica.
El tablero es amplio y cuenta con pulsadores físicos en la consola central, ofreciéndose además un doble monitor táctil de 12,3” cada uno, un Head up Display informativo, asientos frontales climatizados, con mandos eléctricos y con función de masaje, climatizador de tres zonas, mandos eléctricos para abatir la segunda fila, techo solar dividido y varios puertos USB-C repartidos a lo largo del habitáculo; por supuesto que la tapicería incluye los más finos materiales disponibles.
En seguridad este Hyundai se presenta con siete airbags, con cámara de 360° y con una suite de asistencias avanzadas a la conducción compuesta por 20 dispositivos de última generación. Y en el ámbito del agrado, la cabina incluye sonidos de la naturaleza y diferentes tonos ambientales, todos configurables a gusto del usuario.
Al Palisade lo impulsa un motor turbo gasolinero de 2,5 litros unido a dos electromotores, uno de ellos encargado de regenerar energía y el otro responsable de ayudar en las salidas. Los erogues alcanzan los 330 cv y 460 Nm, cifras que son administradas por una transmisión automática de seis velocidades; la tracción es 4WD y se ofrecen los modos de manejo Eco, Sport, My Drive y Nieve.
El nuevo Hyundai Palisade está disponible en dos versiones, Limited y Calligraphy, cuyos precios sin bonificar son de $58.990.000 y $64.990.000, respectivamente.