Hyundai Pony, un digno embajador del origen surcoreano.
En la actualidad el origen surcoreano es conocido e infunde confianza en los compradores, pero tiempo atrás la historia era muy distinta. Y justamente fue el modelo Pony, en 1976, el que comenzó a cambiar las cosas.
Por Leonardo Pacheco
La historia del modelo Pony se remonta a mediados de la década de los setenta, pero la cronología de su fabricante comenzó a escribirse muchos años antes. La firma surcoreana abrió sus actividades en 1947, y no fue hasta 1968 cuando empezó a trabajar en la fabricación de automóviles, produciendo ejemplares bajo la licencia industrial de Ford; el modelo Cortina entre ellos.
Pero la idea de tener un automóvil propio rondaba la cabeza de Chung Ju-Yung, en ese entonces presidente de la compañía. Y así comenzaron los ejercicios previos, en 1973 para ser más precisos, con propuestas de ingeniería, diseño y ventas, estrategias que en ese momento parecían que nunca podrían llevarse a la práctica; el principal problema radicaba en el alto costo que tendría el reconvertir la fábrica.
La gran solución vino desde adentro de la compañía, ya que Hyundai conocía bien el negocio de las licencias y compra de tecnología, por lo que le solicitó a British Leyland una plataforma… la del Austin Marina, a Mitsubishi un tren motriz adecuado, y a Ford una serie de componentes menores.
Ahora bien, todo perfecto en cuanto a mecánica, pero ese primer automóvil de Hyundai debía vestirse adecuadamente, entrar por la vista por supuesto, así que lo mejor era recurrir al talento de los italianos. Nada menos que el estudio Italdesign, liderado por Giorgeto Giugiaro, tomó las riendas del proyecto.
Con todos esos ingredientes y después de algunos ajustes al prototipo inicial, en el Salón de Turín de 1974 fue develado el Pony, un hatchback cinco puertas y de estilo geométrico, que se transformó oficialmente en el primer automóvil en lucir el emblema de Hyundai en su proa. Pero la polémica no tardó en llegar, porque el diseño de Giugiaro se veía casi idéntico al del Volkswagen Passat… porque provenía de la misma pluma.
Pese a todo el Pony fue muy bien recibido, tanto por la prensa especializada como por los compradores, y la marca surcoreana aprovechó el momento para desarrollar algunas versiones más lujosas, con techo de vinilo y llantas deportivas de 13”, aunque en estricto rigor era la sencillez del Pony lo que más agradaba a los espectadores; mezclaba la racionalidad alemana con la confiabilidad japonesa.
La mecánica del Hyundai Pony también era sencilla y ultra probada por Mitsubishi, destacando en este ámbito el motor Saturno de 1.238 cc que producía 79 cv y 106 Nm de torque, bloque coligado a una transmisión manual de cuatro velocidades; según el fabricante alcanzaba una velocidad máxima de 155 km/h y en ciudad rendía 13 km/l.
Pese a sus compactas dimensiones, con 3,97 metros de largo, comparando su envergadura con la de esos gigantes norteamericanos de la época, el Pony servía de buena forma a los propósitos de un grupo familiar promedio… el habitáculo ofrecía el espacio suficiente para cuatro ocupantes y recibía 290 litros de carga en el maletero.
Previo ingreso al mercado ecuatoriano, en 1976 el Hyundai Pony debutó en nuestro país, bajo los colores del importador Autonor, pero solo se optó por traer el hatchback cinco puertas, a pesar de que en su país de origen también se ofrecían las siluetas pickup y station wagon, en 1976 y 1977, respectivamente.
Ese aún desconocido Hyundai Pony comenzó a ganar adeptos a mediados de los setenta, dejando estupefactos a los usuarios de Fiat 125, Peugeot 504 y Chevrolet Chevette, muchos de ellos taxistas avezados y no fáciles de cautivar; en cosa de dos años los Pony negros con amarillo rodaban por todo el país.
Antes del acaso de esta historia, en los inicios de los ochenta, algunos Pony pickup ingresaron a Chile, menos de 180 unidades según los registros de aquellos años. También se creó un coupé que no logró brillar, porque los argumentos del hatchback cinco puertas eran demasiado sólidos.
Tras una segunda generación del Hyundai Pony, presentada en 1982 y un facelift (1986), este adorado modelo comenzó gradualmente a ser reemplazado por el Excel, estrenado en 1986, para desaparecer del todo en 1990. El Pony tiene varios méritos a su haber, pero el más importante de todos es que fue el pionero del origen surcoreano en nuestro país, y ese título nunca se le podrá arrebatar.