Subaru Crosstrek, conquistando el fin del mundo.
En los paisajes patagónicos comenzó a escribirse la historia del Crosstrek, ejemplar que podemos definir como la tercera generación del XV, apelativo que se elimina del catálogo de la firma japonesa. Conozcámoslo en profundidad.
Por Leonardo Pacheco
Lo primero que debemos tener claro es que este modelo ha dejado de ser ese aventurero “tibio” que conocimos en 2012, porque en esta naciente generación sus cualidades aventureras se han reforzado, desde lo estético hasta lo técnico, para convertirlo en un ejemplar apto para enfrentar las exigencias más extremas… geográficamente hablando.

Comenzando por lo visual, en el diseño exterior no se escatimaron recursos, ya que el uso de resina en los zócalos y arcos de ruedas, así como la presencia de una proa intimidante nos convencen desde el primer momento, sin dejar en el tintero esos 220 mm de despeje a piso, un recurso sumamente valioso cuando se conduce por una vía agreste.
Ahora bien, dejando atrás los temas relacionados con el diseño, no podemos pasar por alto el uso de una nueva plataforma global, que se identifica con la sigla SGP, una moderna base que permite introducir una segunda tecnología denominada Full-Inner-Frame Construction. Se trata de un método que prioriza el ensamblado de la célula central del habitáculo, para darle mayor rigidez, dejando como segundo paso la adhesión de los demás componentes de la carrocería, como son los paneles y refuerzos internos del monocasco.

Más allá de los anuncios y las palabras, mediante el uso de la mentada tecnología el Crosstrek alcanza un alto nivel en lo que se refiere a comportamiento en los caminos revirados y, especialmente, en las rutas desprovistas de asfalto… de esas que se encuentran por montones en la Patagonia chilena.
El tren motriz no presenta mayores cambios, excepto que se le agregaron algunos refuerzos a los componentes más expuestos del motor y la suspensión, todo con el objetivo de potenciar la actitud outdoor de este nuevo modelo, cuyo nombre dicho sea de paso fue tomado de los vocablos Crossover y Trekking.

El Crosstrek está equipado con un motor bóxer gasolinero de 2,0 litros del que se obtienen 156 cv a 6.000 rpm y un torque máximo de 196 Nm a un rango de 4.000 giros por minuto. Se ofrece además una transmisión CVT con sensación de ocho velocidades, mecanismo que envía energía cinética a las cuatro ruedas, un recurso que desde hace muchos años utiliza –y con bastante éxito- la marca japonesa.
En cuanto a dimensiones tampoco hay grandes ajustes, a pesar de la nueva plataforma, anunciándose 4.480 mm de largo, 1.800 mm de ancho, 1.600 mm de alto y 2.670 mm de distancia entre ejes; el compartimiento de carga admite 328 litros, un par de litros menos que en la unidad saliente. Gracias a estas cotas el Crosstrek nos ofrece un adecuado espacio interior, ideal para una familia promedio, ventaja que por supuesto aumenta las oportunidades comerciales de este ejemplar.

En la cabina el ambiente es agradable, se nota una sólida construcción pero los materiales son bastante discretos, no por ello menos elegantes, y es que la firma de las pléyades no busca ponerse a la altura de una marca de lujo sino que más bien brillar en los ámbitos de la confiabilidad y la durabilidad.
En la unidad tope de gama se aprecia una pantalla vertical de 11,6”, que nos permite enlazar todo tipo de teléfonos, mientras que en las versiones que abren el line up tenemos dos monitores, de 7” cada uno, que cumplen la misma función pero de un modo menos espectacular. También es importante decir que el “ojo mágico” de Subaru… el EyeSight se presenta en su cuarta evolución.

En seguridad se ofrecen ocho airbags de serie, además de un completo paquete de asistencias electrónicas, entre ellas la vectorización activa de torque, frenado autónomo de emergencia, monitor de punto ciego, alerta de tráfico cruzado, asistente de cambio de carril y frenado precolisión, dispositivos que en su mayoría se incluyen en los niveles Dynamic y Touring; el catálogo abre con una variante sin apellido.
El nuevo Crosstrek arranca la lista de precio con un monto de $24.990.000, llegando hasta los $30.090.000 en el caso de la unidad más equipada. Más adelante se agregará una opción híbrida, y según las estimaciones de la marca se espera una venta mensual de 200 unidades.
