Test Drive Citroën C5 Aircross, una "manito de gato" le bastó para lucir muy bien.
La firma francesa busca aumentar la vigencia de este SUV, mediante acertados ajustes en su diseño, mejoras que conservan intactas sus muchas cualidades estéticas. Por ejemplo, en el frontal exhibe una atractiva firma lumínica y una decoración tipo "teclas de piano", que lo hacen ver mucho más joven.
Con el estreno del C5 Aircross, lo que ocurrió en 2018, la marca del doble chevron firmó la membresía para formar parte del club de los fabricantes de SUVs, esa tipología que se ha convertido en una especie de obligación para la mayoría de los constructores del mundo.
Y cuatro años más tarde el citado modelo renueva sus votos con el público, mediante una actualización de mitad de vida, ajustes que le sientan muy bien y que dicho sea de paso lo transforman en una de las mejores alternativas en el segmento de los sport utilities de la categoría C.
Esta unidad está equipada con un motor turbodiésel BlueHDi de 1,5 litros que produce 130 cv a 3.750 rpm y un torque de 300 Nm desde las 1.750 vueltas por minuto… este bloque se rige por la norma Euro 6.3.
La administración de los citados erogues está a cargo de una caja automática robotizada de ocho velocidades. Según la información del organismo responsable de la homologación de los vehículos nuevos que ingresan a nuestro país (3CV), el C5 Aircross rinde 16,7 km/l en ciudad, 20,5 km/l en carretera y 19 km/l en ciclo mixto.
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